domingo, 24 de mayo de 2015

Así, sin más.

Después de repetirme que no encontraría nadie como ella, de machacarme una y otra vez contra los rotos camuflando mi corazón entre todos ellos, de ver cómo sonreía en otras bocas que no eran la mía; decidí tragarme sus palabras. Qué difícil resulta a veces digerir el pasado, pero es triste que por ella, me quedase sin saborear el presente.

No sé ni cómo, ni cuándo ni dónde pasó todo, así sin más. Pasó como pasa el tiempo, como pasan las gaviotas buscando la primavera, como pasan los peatones en cualquier paso de cebras, como pasan los coches por la autopista de sueños: aleatoriamente. Pasaste tú, ese fue el motivo de mi despegue.

Entre birras y risas, saltaron las chispas necesarias para avivar nuestras llamas. Habían sido una larga ristra de nombres, culpables de desbancarnos en los asuntos del querer. No tenía ganas de volver a caer, pero disponías de mi tiempo. Ese era el mejor regalo que podía hacerte. Me presentabas tu sonrisa detrás de los botellines de cerveza como forma de vida, y claro, así cualquiera se resiste.

En las noches brillabas más que cualquier estrella, el vaivén de tus piernas anunciaba un nuevo baile en tus caderas, tu sonrisa divisaba mis labios, tus brazos arropaban mis desencuentros, tus besos recomponían mis sentimientos. Y tú, tú estabas tan bonita... Joder.  Y es que desde que tengo tus ojos como luz, ya no temo a los fantasmas.





lunes, 30 de marzo de 2015

Todo eso que no me atrevo a decirte.

Escribir supone volver a recordarte, volver a darte algo a lo que tú renunciaste. Sigues teniendo un pedacito que no te pertenece en mis letras; no porque yo no quiera, sino porque así lo decidiste tú. Pero me resulta tan difícil dejar de nombrarte, que prefiero re-inventarte una y otra vez en mis escritos mientras la distancia sigue haciendo de las suyas.

Capaz o incapaz. Eso me repito todas las madrugadas en las que tu sonrisa se adueña de mi pensamiento; capaz de besarte, incapaz de echarte de más, capaz de hacerte desaparecer en otras bocas, incapaz de olvidarte, capaz de resurgir en otros amaneceres, incapaz de ver como otras te llenan de brillo los ojos.

Y es que en un 'me alegro de que vaya todo bien' se esconde un 'conmigo habría ido mucho mejor'. No es ego, ni envidia, ni mucho menos; pero jamás me gustó compartir eso que a fin de cuentas, me pertenece. Si te fijas bien, aún tienes clavadas en tus costillas dos mil catorce madrugadas pendientes a mi nombre; nueve gintonic para dos en la parada de metro de tus piernas; ocho vuelos de ida sin vuelta con vistas al rascacielos de mis ojos y una sonrisa arraigada justo enfrente de tu boca que solo aparece cuando te inunda el recuerdo.

Si quieres dejamos el adiós para otro momento o para cuando termines de leerme. Si quieres te espero pero no me desesperes. Si quieres nos hacemos, nos recomponemos, nos devolvemos a nuestro estado original. Si quieres, empiezo a quererme; a quererme ver en ti, conmigo.


viernes, 13 de marzo de 2015

La jodida puerta de atrás

Intentando parar algún taxi para volvernos, ni me di cuenta de que tú habías decidido huir por la puerta de atrás.Seguía confiando que mi espalda era tu segunda casa y no necesitabas un lugar al que volver si me tenías a mí. 



Pero te fuiste. Te fuiste como se van los ladrones después de asaltar un banco, dejando todos patas arriba, sin importarte aquello que dejabas en estado de caos.

Llamé a la policía pensando que habría algún rastro que delatase que venías armada con esa sonrisa que fueron puñales clavándose en mis ojos. Algún desbarajuste en mi vida que rebelara tu nombre en alguna madrugada de otra, porque tú ya habías decidido que yo no volviese a hacer sonar tu orquesta. Tal vez una señal que marcase cómo volver a ti, cómo atraparte después de cometer este gran delito. Pero no, ya te habías ido y no seguí tus pasos; tampoco hice por ello.




No quería verte sonreír en otras bocas, ni escucharte en otras orquestas que no fueran la mía. No quería que fueras sin mí, pero no quisiste otra opción.

domingo, 15 de febrero de 2015

Siempre terminas siendo tú.

Después de haberte ido y yo haber esperado tu regreso (sin que este nunca se produjese), después de haber barrido todas las cenizas que quedaban por miedo a que volviesen a arder, después de todos los rotos que hiciste en mi corazón al dejarlo caer de esa forma tan voraz y animal al suelo solo quedo yo, tras estas y tantas líneas en las que te sigo recordando.


Pero no quiero que vuelvas, me conformo con verte sonreír en otras bocas y saber que en un pasado no muy lejano, era yo la que te tenía enfrente. Era yo la que irradiaba por todos y cada uno de tus rotos, pero claro, a veces tenemos clavos que están tan clavados que al intentar sacarlos nos remueven de nuevo las entrañas. Y a ti te han removido media vida. Por no decir entera. Que pena que sigas siendo tan norte y yo tan sur, tú tan de este y yo de oeste, joder. Pero aún sigo buscando mi rumbo, en otras bocas, sin saber cuál será la que me encienda tanto que vuelva a sentir que para arder, no hace falta quemarse en una hoguera; y mientras, tú, sigue tejiendo desencuentros en la misma trampa de siempre, tal vez algún día topes con - migo y vuelvas a ser, pero esta vez sin mi.

Nada nuevo, lo de siempre. Tu jodido recuerdo, después de mi maldito caos. Que pase el invierno, aunque viene ya de paso. Poco a poco me estoy calentando y creo que la primavera va a traer flores en cada balcón, eso sí, debo evitar detenerme en el tuyo... Pero es que traes la primavera a cualquier estación del año y claro, ahí está la razón de porqué siempre terminas siendo tú.

viernes, 23 de enero de 2015

No es lo mismo si no estás.

Tal vez no te importe que tenga miedo a todos estos fantasmas del pasado que me siguen recordando que tú te fuiste hace ya unos meses. Ni que tenga miedo a no poder ser sin ti. Hace ya unos días que me quité esta venda que tapaba todas y cada una de las personas que querían ser conmigo, incluyendo tú, aunque siempre mintieras. Supongo que decidiste hacerte amiga de tu engaño, aliarse con el enemigo era la solución más fácil siempre que no pudieras vencerlo. Y ahí estabas tú, con tu engaño como mejor amigo, tratando de buscarme en otras bocas, tratando de prenderte en otras hogueras que no eran la nuestra y te diste cuenta que ninguna daba ese calor que desprendimos al ser París todas esas noches de verano en la que suplicábamos no apagarnos.

Nada tuve que ver en ese rumbo que tomaste, olvidándote de eso que habíamos sido sin llegar a ser, poniendo punto y aparte a todas las dudas que nos relamíamos para terminar haciendo verdad. Y es que tal vez no te importara eso de hacernos una noche tras otra, eso de (re)construirte Roma en tu interior, eso de ahuyentar los fantasmas del pasado. Que no te importó follarme sin prejuicio alguno y aún menos que te fuera queriendo en medio de esta lluvia.

lunes, 19 de enero de 2015

Un lugar donde guardarnos.

Nos encontramos a mitad de camino buscando nuestras respectivas salidas de emergencia. Yo necesitaba unos brazos para realzar el vuelo y tú una cuerda que te sacara de ese pozo sin fondo al que habías descendido. Me sonreíste tímidamente y te devolví una de mis mejores sonrisas. Necesitábamos poner orden a todo este caos en el que vivíamos y vimos que era mucho mejor no verse sola en medio de este sin sentido. Compartimos restos de pasados pisoteados por esta jodida vida que a veces resultó ser muy puta con nosotras, compartimos destellos de todo eso que fuimos cuando alguien logró encendernos mientras nos dibujamos sonrisas, sabiendo que ese sería nuestro primer paso para encontrar nuestro destino. Eras tú, ya no era yo, quién me describía lo bonito que podía llegar a ser todo lo que teníamos a nuestro alcance. Era yo, no eras tú, la que sabía que detrás de esa gran coraza, escondías un tesoro que no muchos habían llegado a descubrir. Y caminamos. Caminamos poniendo punto y final a todo aquello que se encargó de reavivar nuestros monstruos. Huimos de todos los fantasmas del ayer volando a un norte en el que esperábamos congelarnos de frío pero que hicimos primavera al llevar nuestras destelleantes sonrisas en la boca como bandera.
Y quisimos hacer de todo esto una gran aventura a la que volver cuando no tuviésemos dónde huir, a la vez que nos hicimos nosotras, a la vez que hicimos Huelva y Barcelona, a la vez que hicimos de todo esto, un pequeño lugar donde guardarnos.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Y seguimos...

Seguimos escribiendo capítulos de nuestra historia intentando borrar aquellos que no nos gustaron. Seguimos dejando marchar trenes a los que no subimos por miedo a fracasar. Seguimos despertando con sueños que no cumplimos hasta que no decidimos aceptar el papel de soñador. Seguimos robando flores de jardines en los que aún dura la primavera. Seguimos sembrando el caos en cada karma nuevo que se nos presenta. Seguimos llevando el desorden a cuestas como equipaje y el hedonismo por bandera. Seguimos partiendo rumbo a quién sabe dónde teniendo como destino nuestras ganas. Seguimos deshojando desencuentros y reinventando nuevas huidas. Seguimos asimilando que podemos ser uno siendo dos y que tres son ya multitud. Seguimos queriendo jugar y terminamos siempre por rendirnos a mitad de la partida. Seguimos robando besos a bocas desconocidas como recompensa a tanto sufrimiento. Seguimos juntando trozos de tantos rotos que incluso llegan a cortarnos las manos. Seguimos construyendo cimientos de una nueva etapa que nunca llega. Seguimos bailando el agua a cada gota de lluvia. Seguimos amaneciendo entre copas de olvido. Seguimos esperando que nos solucionen todos nuestros problemas como al libro de Matemáticas. Seguimos escribiendo tanta poesía, que la mitad de nuestra vida, queda escrita en meros tinteros.